domingo, 7 de enero de 2007

CUENTOS DEL TIO CHIFLETE

Cuentos por computadora

Compucuento

RESULTA QUE un día Franca y Lara querían escuchar cuentos. El Tío Chiflete ya les había contado los dos o tres que sabía, y decidió llevarlas a lo del Vecino Inventor.

- Necesitamos unos cuentos, Vecino - pidió el Tío.

- Vamos a ver si podemos sacarlos de la computadora - contestó el Vecino.

Después de un rato de tocar teclas y pensar, de la máquina salió un papel que decía: "Había una vez un colorín colorado"

- Ese cuento es muy cortito, Vecino. Quiero otro más largo.

- Bueno, lo voy a estirar.

El Vecino escribió un poco en la máquina y empezó a salir un papel escrito que no terminaba nunca. Parecía un rollo de papel higiénico con letra chiquita y decía:

"Había una vez en Constantinopla, un señor llamado Fernandocleto del Peloponeso, que tenía un caballo llamado Hermogenocles, y un gato llamado Pelandrunesco..."

- No me gusta Vecino, quiero un cuento más fácil.

- Entonces le voy a sacar algunas letras.

La máquina escribió un cuento que decía:

"La mamá cantaba para pasar la mañana, amasaba calabazas, apagaba las brasas, bañaba la albahaca, papaba natas, ataba las maracas al catamarán..."

- Ese cuento es todo con la "a", Vecino, quiero otro con más letras...

- Vamos a ver si le mezclo algunas letras más. - dijo el Vecino trabajando en su computadora. Sacó otro cuento que decía:

"Había una nena que se llamaba Caperucita Verde, que le fue a llevar una manzana a Blancanieves, pero vinieron 8 Enanitos y le pidieron que los acompañara a visitar a Cenicienta, que estaba pegando con goma un zapato de cristal que se le había roto. En ese momento vino un Lobo y se puso a soplar, y se volcó una lámpara donde vivía un Genio".

- Pero Vecino, ese cuento está muy revuelto...

- Ajá. Esperá que lo voy a lavar y peinar.

Y el cuento salió así:

"Había una toalla mojada que se cayó en una bañadera. Vino la nena toda empapada y sacó un paraguas que chorreaba agua, y le pasó una esponja húmeda a la pileta".

- Ese cuento es muy mojado, Vecino. Fijate si podés sacar uno más sequito.

El Vecino tocó algo en la impresora, y de la máquina empezó a salir papel casi en blanco. Salía papel y más papel con apenas algunas letras desteñidas.

- Parece que el cuento estaba muy seco y se secó la tinta de la máquina. Voy a tener que llevarla a que la arreglen. - dijo el Vecino.

- Y de paso tratá de comprarle un poco de imaginación cuentística.- dijo el Tío.

- Hmm. No sé dónde se conseguirá eso - dijo el Vecino con cara preocupada.

- ¿Y qué vamos a hacer con todo ese papel, Vecino? - preguntó Franca.

- No se me ocurre - dijo el Vecino.

- A mí tampoco.- dijo el Tío.

- A mí sí. Todo ese papel en blanco me viene bárbaro para dibujar. - dijo Franca. Y se fue



El tobogán atrapador

RESULTA QUE el Tío Chiflete las llevó a las nenas a la plaza y se puso a jugar con ellas. Primero fueron al sube y baja, y las sentó a las nenas en un asiento y se subió él en el otro. Pero no podían subir y bajar, porque el Tío estaba un poco gordo y el sube y baja no se movía. Después fueron al arenero, pero una nena se puso a llorar porque el tío se había sentado arriba de su castillo y lo había aplastado todo. Después se subió a una hamaca, pero las nenas no lo podían hamacar, porque era una hamaca para nenes y no para gente grande.

Entonces fueron al tobogán. Y el tío se subió y se iba a largar, pero resulta que se quedó atrapado en la parte más alta. El tobogán era demasia­do angosto, y el tío demasiado ancho. No se podía mover ni para atrás, ni para adelante, ni para los costados. Enseguida la escalera del tobogán se llenó de nenes que no se podían largar porque el tío tapaba la bajada. Franca trató de ayudarlo pero no pudo porque había que hacer mucha fuerza. El Tío gritaba como loco:

- ¡Sáquenme de aquí!

Al escuchar sus gritos vinieron la mamá Peta y el Vecino Inventor. Al vecino se le ocurrió pasar una soga por arriba de una rama, atar un extremo de una soga al pantalón del tío, y entre todos tirar del otro.

Empezaron a hacer fuerza todos a la vez hasta que... ¡Zas!. La soga se aflojó de golpe y todos se cayeron sentados en la arena. Y de la soga colgaba algo... ¿el tío? No. El pantalón del tío. ¿Y el tío? El tío quedó en calzoncillos, tan atrapado como antes arriba del tobogán. Para colmo llevaba unos calzoncillos largos color verde loro, con grandes lunares naranjas, amarillos y rosas.

Al tío le dio mucha vergüenza y pidió por favor que inventaran otra cosa para sacarlo de allí.

Un señor dijo que podían conseguir unas palomas, y atarles con piolín una patita a un ojal del chaleco del tío. Cuando las palomas levantaran vuelo, iban a sacar al tío del tobogán.

Como idea estaba muy buena, pero sucedió que las palomas no tenían demasiada fuerza y no pudieron sacar al tío del tobogán. Hubo que desatar los piolines y limpiar al tío con un pañuelo, porque había quedado todo sucio de caca de paloma.

Entonces Lara, que estaba comiendo un pan con manteca, lo empezó a fregar contra el tobogán. Al ver eso, la mamá se dio cuenta que era una buena idea: enmantecar bien al tobogán y al tío, para que se deslizara. Una vecina trajo varios panes de manteca y lo repartió entre todos los que estaban mirando. Allí nomás se dedicaron a dejar todo bien enmantecado, hasta que... ¡listo!. Un empujoncito y el tío bajo rápidamente por el tobogán, cayendo encima de toda la gente. Quedaron enmantecados y enarenados, pero felices.

El tío prometió que nunca más se iba a subir al tobogán, y que iba a hacer régimen para adelgazar: verduritas y yogur descremado. Y sobre todo, nada de manteca.

tobogán malvado!!!

a buscar sus crayones

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1 comentario:

BlueJrdn dijo...

Disculpa si tu no eres la persona apropiada pero estoy buscando la coolaboracion de personas para escribir e ilustrar cuentos gratis para niños en internet. Si estas interesado porfavor vehttp://masdeunavez.blogspot.com/index.html a mi blog o visita mi website at home.comcast.net/~rjordanb y presiona en el cuento de el gusanito. Todavia no lo he terminado.Muchas Gracias